Fecha creación: 10/08/2017
El plan de alimentación DASH reduce la presión arterial y parece aliviar el problema inflamatorio de las articulaciones. Una dieta que ayuda a las personas a reducir la hipertensión también podría ofrecer un tratamiento sin medicamentos para la gota, un tipo de artritis inflamatoria, sugiere un nuevo estudio. El ensayo clínico incluyó a más de 400 personas que comieron la dieta DASH (que cuenta con grandes cantidades de fruta, verduras, productos lácteos bajos en grasa y pocas cantidades de grasas y grasas saturadas), o una dieta típica estadounidense. Junto con la reducción de la presión arterial, la dieta DASH también reduce significativamente el nivel de ácido úrico. Se sabe que los cristales de ácido úrico provocan la gota, según la Arthritis Foundation. El efecto de la dieta DASH para algunas personas con gota fue tan fuerte que casi igualó la efectividad de los medicamentos que normalmente se usan para el tratamiento de esta afección dolorosa, según los autores del estudio. Los hallazgos sugieren que los cambios dietéticos podrían ofrecer un modo efectivo y seguro de reducir el nivel de ácido úrico. Eso posiblemente prevendría los ataques de gota en las personas con gota entre leve y moderada que no pueden o no quieren tomar medicamentos, explicaron los investigadores. "Los resultados de este ensayo son una buena noticia para los pacientes con un nivel alto de ácido úrico en la sangre o que estén en riesgo de sufrir gota. Un método dietético para prevenir la gota debería considerarse una terapia de primera línea", dijo el autor principal del estudio, el Dr. Edgar Miller III, profesor de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore. "Este estudio sugiere que el consejo dietético estándar para la reducción del ácido úrico (que implica la reducción del consumo de alcohol y proteínas) debería incluir ahora que se siga la dieta DASH", señaló Miller en un comunicado de prensa de la universidad. El estudio aparece en la revista Arthritis and Rheumatology. Fuente: Medline Plus
Fecha creación: 10/08/2017
La Sociedad Española de Reumatología aporta datos claves en las características de esta enfermedad. Sabías que… La Gota es una enfermedad metabólica producida por una acumulación de microcristales de una sal de ácido úrico, sobre todo en las articulaciones, riñón y tejidos blandos. Se considera tradicionalmente una enfermedad reumática, siendo, además, una de las pocas patologías reumáticas que se cura. Las articulaciones en las que se puede sufrir ataques de gota son diversas, pero las más habituales son las de la base del dedo gordo del pie (a lo que se llaman ataques de podagra), empeine, tobillo, rodilla, muñeca o alguna articulación de los dedos de la mano. La prevalencia de gota en el mundo es variable según los países, pero afecta a un 1-2% de las personas adultas del mundo industrializado. Según datos recogidos en Reino Unido, es superior al 7% en hombres y alcanza casi el 3% en mujeres mayores de 75 años. A pesar de que la Gota es menos común en mujeres, su incidencia y prevalencia aumentan después de la menopausia, al perderse el efecto uricosúrico de los estrógenos.
Fecha creación: 10/08/2017
Es una enfermedad muy frecuente que engloba a una variedad de síndromes clínicos consecuentes al depósito de cristales de urato de sodio en las articulaciones. Autor: Lic. Cristina Maceira Se trata de una enfermedad de las personas añosas, con una prevalencia cercana al 5% en los mayores de 65 años. Suele presentarse a partir de los 50 años. En las personas de edad, la gota es una enfermedad típicamente masculina que, cuando se presenta en las mujeres, sobreviene en el 85% de los casos durante la menopausia. Generalmente, compromete las pequeñas articulaciones de los dedos. La asociación con el uso de diuréticos o con una insuficiencia renal crónica es la última particularidad de la gota en los ancianos; son dos importantes factores que favorecen la aparición de gota en personas de edad, en contraposición a las personas más jóvenes entre las que predominan los antecedentes de consumo de alcohol o la carga hereditaria. El tratamiento general pueden aplicarse sin limitaciones y son probablemente las medidas más importantes e incluyen: el reposo de la articulación y la colocación de hielo (20 a 30 minutos 3 a 4 veces por día). El tratamiento farmacológico de la afección es importante, sumado al cuidado de los alimentos. Se recomienda disminuir el consumo de alimentos con proteínas animales (carnes rojas, aves, quesos, huevo) y aumentar considerablemente el consumo de líquidos, preferentemente agua.
Fecha creación: 10/08/2017
Se trata de un trastorno metabólico frecuente que se caracteriza por un aumento de ácido úrico en sangre. Autor: Lic. Cristina Maceira La enfermedad de Gota es un trastorno metabólico frecuente. Se caracteriza por un aumento de ácido úrico en sangre (hiperuricemia) que no suele presentar sintomatología pese a que puede llegar a depositarse principalmente en las articulaciones, dando entonces lugar a inflamaciones realmente dolorosas. Las articulaciones más afectadas suelen ser las de las manos, pies, rodillas y tobillos. Las causas de la hiperuricemia no son del todo conocidas. Se cree que puede haber un componente genético, siendo más común en hombres, mujeres postmenopáusicas y personas que abusan del alcohol. La gota se produce por una alteración en el metabolismo de las purinas, que al metabolizarse dan lugar a ácido úrico. Esto puede deberse a que los procesos de eliminación estén alterados o a que haya un exceso de producción, siendo esta última la causa más común. Una dieta rica en purinas rara vez causa hiperuricemia. Sin embargo, en determinadas personas, propensas, pueden llegar a desencadenar los conocidos dolores de gota. Los alimentos ricos en purinas son principalmente aquellos de origen animal. Las carnes, vísceras y los mariscos son los alimentos que mayor cantidad de purinas aportan a la alimentación. Debe cuidarse el consumo de lácteos, quesos. La dieta baja en purinas no es la solución pero mejora la sintomatología de la gota, generalmente debe combinarse con medicación. Además, hay que tener en cuenta que una dieta muy baja en purinas, teniendo en cuenta los hábitos, es muy difícil de cumplir, por eso las restricciones severas se aconsejan únicamente durante los dolores agudos, y a medida que se va mejorando, se va diversificando la alimentación. La ingesta de líquidos, principalmente agua, es importante para beneficiar el filtrado renal y que el exceso de ácido úrico no afecte el trabajo renal. Al menos se recomienda ingerir 2 a 2 ½ litros de agua al día.
Fecha creación: 10/08/2017
Se caracteriza por un aumento de ácido úrico en sangre (hiperuricemia) que puede llegar a depositarse principalmente en las articulaciones. Autor: Lic. Cristina Maceira La enfermedad de gota es uno de los trastornos metabólicos más comunes. Se caracteriza por un aumento de ácido úrico en sangre (hiperuricemia) que no suele presentar sintomatología pese a que puede llegar a depositarse principalmente en las articulaciones, dando entonces lugar a inflamaciones realmente dolorosas que pueden ir acompañadas de fiebre. Las articulaciones más afectadas suelen ser las de las manos, pies, rodillas y tobillos. Muchas veces el paciente piensa que se ha curado, cuando no es así, produciéndose recaídas que si no son tratadas pueden dar lugar a episodios cada vez más largos donde se producen deformidades de las articulaciones y aparición de tofos gotosos o depósitos de ácido úrico en las articulaciones. No a las carnes rojas: VERDADERO La carne no produce gota, las causas de la hiperuricemia no son del todo conocidas. Se cree que puede haber un componente genético, siendo más común en hombres, mujeres postmenopáusicas y personas que abusan del alcohol. La gota se produce por una alteración en el metabolismo de unas nucleoproteínas llamadas purinas, que al metabolizarse dan lugar a ácido úrico. Esto puede deberse a que los procesos de eliminación estén alterados o a que haya un exceso de producción, siendo esta última la causa más común. Por lo tanto deben restringirse las proteínas de origen animal en general, carnes rojas, pollo, cerdo, quesos duros, huevo. No tomate y brócoli FALSO El aporte de proteinas o purinas de estos alimentos es nula, por lo tanto pueden ser ingeridos por personas que padecen de esta enfermedad.
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